Conocemos la exigencia y el criterio de los bajistas, sus necesidades y gustos, algo que nos permite crear bajos de rápida y agradable digitación, que suenen definidos, cremosos, cristalinos, poderosos, brutales... a gusto de cada bajista, con buenas frecuencias y texturas que empasten dentro de la banda.
Como hacemos con las guitarras cuando llega un bajo a nuestras manos aplicamos el mismo protocolo: lo probamos a fondo para valorar su sonido, tacto, afinación y otros detalles, una vez evaluado lo desmontamos totalmente y creamos un nuevo proyecto con las mejoras y ajustes oportunos.
Algunos tan solo se ponen a punto, se limpian y lubrican, se blinda electromagnéticamente su interior y se cambian las piezas necesarias para su perfecta utilidad mecánica y sonora.
Otros han necesitado por capricho o funcionalidad una intervención especial: cambio de mástil, mics, hardware, plásticos, electrónica, pinturas... Reutilizamos piezas originales y vintage cuando se puede asegurar su funcionalidad, otras has sido restauradas o sencillamente sustituidas por nuevas.
Cuando damos por acabado cada uno de nuestros Bajos nos sentimos orgullosos y sencillamente especiales, sabemos que es el instrumento de cuerda más importante dentro de cualquier banda y que en breve volará y estará en las manos un nuevo o viejo bajista en cualquier parte del mundo.
Sabemos que hacemos felices a las personas que usa nuestros Bajos.